¿La consigna? Una tienda para niños "con onda". En tiempo récord había que crear una tienda funcional, divertida y comercialmente adecuada. El local hasta hace unos días había albergado una tienda de indumentaria de estilo Rock & Roll y el color negro que cubría toda la superficie no nos acompañaba para el nuevo estilo. La premisa fundamental fueron los colores y la iluminación, ya que la superficie era acotada y tenía que lucir, así es que se decidió pintar toda la tienda de blanco, hacer pequeñas intervenciones amigables con los niños y usar iluminación cenital para exponer el producto sin invadirlo, porque claro que la explosión de color llegaría al rellenar las estanterías.
Detalles en madera clara fueron esenciales para transmitir la idea principal de la marca, indumentaria para niños amigable con el medio ambiente.
Para intentar aportar en la parte comercial a través del diseño, se colocó una mesita central para que los pequeños de la familia dibujen y jueguen mientras sus padres compran tranquilos. Debido a la gran curva de talles que ofrecen las diferentes prendas para bebés y niños, las estanterías se pensaron también como un lugar de almacenaje. Así, por la parte superior son estantes que contienen el stock y por la parte inferior, percheros donde se exhiben las prendas.
En poco tiempo se logró una tienda amigable para los niños y cómoda para los padres.
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